ENTRE META Y META, UNA FAMILIA UNIDA POR EL DEPORTE....
Detrás de cada línea de meta, hay historias que inspiran. La familia Fernández -Rojas no solo comparte lazos de sangre, sino también una pasión profunda por el deporte. Williana, campeona del IRONMAN 70.3 Panamá 2025, combina su rol de atleta, madre y profesional con una determinación admirable. Ernesto “Fulo” Fernández, triatleta de alto rendimiento, entrenador y fisioterapeuta, lleva años formando atletas y forjando su propio camino competitivo.
Su hija mayor, de 14 años, ya comienza a seguir sus pasos con entusiasmo en el mundo del running, mientras la menor, con solo 4 años, crece en un hogar donde el movimiento, la disciplina y la alegría del deporte son parte de lo cotidiano.
Hoy te compartimos sus historias, contadas en primera persona. Una mirada íntima a una familia que ha hecho del deporte un estilo de vida y un legado compartido.
Empezamos con:
WILLIANA ROJAS
Fecha de nacimiento: 20 de abril de 1983.
Deportes: Triatlón.
Distancia favorita: Media maratón y maratones de 21 y 42 kilómetros.
Mejor tiempo: 3 horas con 3 segundos en la Maratón de Nueva York.
Modelo de zapatillas preferido: New Balance FuelCell SC Elite v4.
Plato de comida preferido: Mariscos.
Pasatiempos: Leer y pasar tiempo con mis hijas.
Llegaste a Panamá en 2011 desde Venezuela. ¿Cómo fue ese cambio en tu vida y cómo influyó en tu camino hacia el triatlón?
R. Llegué a Panamá desde Venezuela con el objetivo de realizar una maestría en ortodoncia. Ya era odontóloga, pero ese cambio marcó un nuevo capítulo en mi vida personal y deportiva. En ese proceso retomé el running, que siempre fue parte de mis raíces, y conocí a mi esposo, Ernesto Fernández, quien actualmente es mi entrenador. Gracias a él y a mi creciente interés por los retos de resistencia, di el salto al triatlón. Desde entonces, se abrió un camino que ha transformado por completo mi forma de vivir el deporte.
Eres mamá, esposa, odontóloga y, además, tienes dos maestrías. ¿Cómo logras equilibrar todas esas responsabilidades con la exigente preparación de un Ironman?
R. No es fácil, pero sí posible. La clave ha sido la organización, el trabajo en equipo con mi esposo y el enfoque en las prioridades. Soy mamá de dos hijas —una adolescente que también corre y una pequeña en pleno desarrollo— y ellas son mi mayor inspiración. Además, tener un propósito claro y contar con conocimientos profesionales, tanto en salud como en nutrición, me ha permitido estructurar mi vida de forma eficiente para entrenar, cuidar de mi familia y mantener mi desarrollo profesional activo.
¿Qué te motivó a competir en triatlones y qué te llevó a inscribirte por primera vez en una prueba tan exigente como lo es un Ironman?
R. Siempre me han atraído los desafíos de larga distancia. El triatlón reúne tres disciplinas que exigen lo mejor de ti, física y mentalmente, y eso me fascinó desde el principio. Me inscribí en mi primer 70.3 porque quería salir de mi zona de confort y ponerme a prueba. Esa primera experiencia fue tan retadora como enriquecedora, y desde entonces supe que ese era mi camino.
Durante la etapa de corrida te vimos detrás de Brenda Schaupp. ¿Qué pasó por tu mente en ese momento y cómo encontraste la fuerza para remontar y ganar?
R. En realidad, la atleta a la que me acerqué durante la corrida fue Brenda Schaupp, quien ganó el Ironman de Panamá el año pasado. Es una atleta excepcional y un referente para mí, tanto por su nivel como por su calidad humana. Estar cerca de ella en carrera fue un momento determinante: me ayudó a ubicarme dentro de la competencia y me impulsó a dar más. Sentí que podía lograrlo, y esa convicción fue clave para remontar.
Cruzaste la meta con un tiempo de 4:47:30, superando a tus rivales por más de cuatro minutos. ¿Qué parte de la carrera sentiste que fue decisiva para lograr esa diferencia?
R. La natación fue un excelente inicio; me dio confianza porque trabajé mucho esa parte. Luego, la bicicleta me permitió consolidar una posición fuerte sin desgastarme más de lo necesario. Pero, sin duda, la corrida fue decisiva. Me siento muy cómoda en eventos con calor, y la experiencia me permitió regular el esfuerzo y cerrar fuerte, lo que marcó la diferencia.
¿Cómo ha sido tu preparación física y mental para esta competencia? ¿Hubo algún cambio importante en tu entrenamiento o nutrición este año?
R. Este año trabajamos con un enfoque más integral. Incorporé nuevos bloques de entrenamiento con énfasis en la resistencia mental, y además optimicé mi alimentación en cada fase, desde la carga hasta la recuperación. Gracias a mi formación en nutrición deportiva, pude ajustar cada detalle según las exigencias del evento, y eso se reflejó tanto en el rendimiento como en la recuperación.
Tienes una maestría en nutrición deportiva. ¿Qué papel jugó ese conocimiento en tu preparación y rendimiento para el Ironman 2025?
R. Fue fundamental. La nutrición no solo mejora el rendimiento, sino que también reduce el riesgo de lesiones, optimiza la recuperación y favorece la consistencia en el entrenamiento. Pude planificar mi hidratación, energía y recuperación de forma estratégica, y eso marcó una gran diferencia en los resultados.
¿Qué representa para ti Panamá en tu vida personal y deportiva, y cómo se ha convertido en parte esencial de tu identidad como atleta?
R. Panamá me ha dado oportunidades que transformaron mi vida. Aquí formé mi familia, desarrollé mi carrera profesional y descubrí mi pasión por el triatlón. Me siento profundamente agradecida con este país que me acogió y me permitió crecer en todos los aspectos. Hoy, representar a Panamá como atleta es un orgullo y una gran responsabilidad.
¿Qué les dirías a otras mujeres, mamás o profesionales que sueñan con lograr grandes metas deportivas, pero creen que no tienen tiempo o capacidad?
R. Les diría que sí se puede. No es fácil, pero con planificación, apoyo y pasión, todo es posible. Ser mamá o profesional no es una limitación, es una fuente de fuerza. Cada día es una oportunidad para acercarse a ese objetivo que parece lejano. El secreto está en empezar, rodearse de personas que te impulsen y creer en una misma.
Después de esta gran victoria, ¿qué sigue en tu carrera deportiva? ¿Te planteas nuevos desafíos o incluso el Mundial de Ironman?
R. Mi próximo gran reto es el Mundial de Triatlón en Marbella, este noviembre, donde competiré con atletas de todo el mundo. Es un evento que reúne a los mejores, tanto amateurs como profesionales. Será una experiencia enriquecedora y un paso más en mi camino. Estoy emocionada y comprometida a dar lo mejor de mí.
Seguimos con
ERNESTO “FULO” FERNANDEZ TORRES.
@trizen_team
Fecha de nacimiento: 14 de septiembre de 1987.
Deportes: Triatlón y maratones.
Mejor tiempo: Maratón de Nueva York – 3 horas 11 segundos.
Zapatillas preferidas: NIKE Alphafly 3
Comida preferida: Carnes.
Pasatiempos: Estudiar.
¿Cómo comenzó tu camino en el triatlón y qué te motivó a mantenerte en este deporte a un nivel tan competitivo durante tantos años?
R. Mi camino en el triatlón comenzó a los 17 años, cuando cursaba el último año de secundaria en el Instituto Justo Arosemena. En ese entonces, el triatlón apenas empezaba a tomar impulso en Panamá, especialmente en el ámbito intercolegial. Me invitaron a participar en un evento y, aunque ya tenía una base sólida en natación, era la primera vez que incursionaba en ciclismo y atletismo. Aun así, la experiencia me atrapó desde el primer momento.
Desde entonces, el triatlón se convirtió en parte de mi estilo de vida. A lo largo de los años, he atravesado etapas en las que estuve más enfocado en el entrenamiento, y otras donde prioricé mi desarrollo profesional o el trabajo con mi equipo. Este deporte exige un equilibrio constante: demanda tiempo, disciplina y compromiso. Para mantenerse tantos años, uno debe saber cuándo exigirse y cuándo hacer una pausa, entender que la constancia es la clave y que, si se integra de forma saludable con la vida personal y profesional, puede acompañarte durante décadas.
Eres triatleta, entrenador, fisioterapeuta y, además, cuentas con estudios en alto rendimiento deportivo y osteopatía. ¿Cómo logras integrar todos esos conocimientos en tu preparación y en la de tus atletas?
R. Hoy en día, un entrenador debe estar muy bien preparado, porque no se trata solo de mejorar el rendimiento del atleta, sino también de cuidar su salud. Para mí, entender a fondo cómo funciona el cuerpo humano es esencial a la hora de diseñar planificaciones personalizadas que eviten sobrecargas o estrés innecesario. Cansar a un atleta es fácil; lo difícil es hacerlo progresar sin poner en riesgo su bienestar.
Tener formación en fisioterapia, alto rendimiento y osteopatía me da una visión integral del entrenamiento. Siempre estoy en busca de seguir aprendiendo. Cada año tomo cursos y, periódicamente, me involucro en estudios más complejos, como másteres o certificaciones avanzadas, que fortalecen tanto mi preparación como la de mis atletas. La formación continua es uno de los pilares de mi filosofía como profesional del deporte.
Has participado en más de 20 eventos IRONMAN 70.3, 6 IRONMAN Full y has clasificado a varios campeonatos mundiales. ¿Cuál de esas experiencias ha sido la más significativa para ti y por qué?
R. No podría señalar una competencia como la más significativa. Para mí, lo más valioso de cada evento es la experiencia compartida con mi familia y amigos. Viajar juntos, vivir el ambiente de la competencia, compartir emociones y convertir cada carrera en una vivencia que va más allá del deporte es lo que realmente me queda.
El triatlón se ha convertido en una excusa perfecta para crear recuerdos, descubrir nuevos lugares y seguir fortaleciendo vínculos importantes en mi vida. Esa combinación de deporte y relaciones personales es, sin duda, lo más significativo para mí.
¿Cuál consideras que es la clave para alcanzar un rendimiento sostenido en el tiempo sin comprometer la salud física y mental del atleta?
R. Mantener un rendimiento sostenido en triatlón es todo un reto. Es un deporte exigente, y el nivel competitivo crece cada año. Hoy en día, hay atletas que se dedican al 100 % a esto, lo que hace fácil caer en comparaciones innecesarias.
Para mí, la clave está en no compararse con los demás, en saber reconocer en qué punto estás y aceptar que habrá etapas con más tiempo para entrenar y otras donde será necesario ajustar. El triatlón debe ser un estilo de vida, no una fuente de estrés. Yo disfruto del proceso: entrenar con amigos, con mi esposa, correr con mis hijas… el deporte es mi pasión, no un sacrificio.
Celebrar los pequeños logros, ser flexible y mantener el equilibrio entre el deporte, el trabajo y la familia es lo que me ha permitido seguir motivado durante tantos años.
Eres también el entrenador de tu esposa, campeona del IRONMAN 70.3 Panamá 2025. ¿Cómo manejan esa dinámica de pareja–entrenador y qué crees que ha sido clave en sus logros como equipo?
R. Entrenar a mi esposa, Williana, ha sido una experiencia muy especial. Lo más importante es que hemos aprendido a separar muy bien los roles de entrenador y pareja. Ella es una atleta muy comprometida y profesional, lo que hace todo más sencillo.
Nos apoyamos mutuamente para que pueda alcanzar sus metas deportivas sin descuidar su rol como madre ni su desarrollo profesional. Conozco su ritmo, sus tiempos y sus necesidades, y juntos hemos encontrado una dinámica que le permite rendir en todas las áreas sin comprometer ninguna. Su capacidad para equilibrar esas tres facetas ha sido clave en sus logros.
Tienen una familia deportista, incluso sus hijas están comenzando a involucrarse en el deporte. ¿Cómo cultivan ese estilo de vida activo en casa sin que se sienta como una obligación?
R. Nuestra familia respira deporte. Nuestras hijas lo ven todos los días en casa, y de forma natural lo integran en su vida. Desde pequeñas han estado expuestas a este estilo de vida, y más que imponerles algo, buscamos inspirarlas con el ejemplo.
Para nosotros, el deporte es mucho más que rendimiento. Lo promovemos como una herramienta para cuidar la salud física y mental, para desarrollar disciplina y para vivir con equilibrio. También fomentamos otras actividades como la música, el arte o la lectura, para que crezcan con una visión amplia y saludable del bienestar.
Nuestro objetivo no es que se dediquen profesionalmente al deporte, sino que lo integren como una parte importante de su vida. Y si en el futuro deciden llevarlo más allá, ya tendrán una base sólida.
Desde tu experiencia como fisioterapeuta y entrenador, ¿cuáles son los errores más comunes que cometen los triatletas amateurs y cómo pueden evitarlos?
R. Uno de los errores más comunes en triatletas aficionados es pensar que más horas de entrenamiento siempre se traducen en mejores resultados, y eso no es cierto. Muchos descuidan tres pilares fundamentales: el sueño, la nutrición y el trabajo de fuerza.
El cuerpo necesita descanso y recuperación para asimilar el entrenamiento. Puedes cumplir con todas las sesiones, pero si no duermes bien, te alimentas mal o no haces trabajo de fuerza, el cuerpo terminará pasándote factura. La clave está en lograr un equilibrio y en aprender a escuchar lo que tu cuerpo necesita.
¿Qué papel juega la osteopatía en la prevención y recuperación dentro de un deporte tan exigente como el triatlón?
R. En un deporte tan exigente como el triatlón, la prevención y la recuperación son fundamentales. La fisioterapia, la osteopatía, los masajes y otros métodos complementarios juegan un papel clave para mantener a los atletas en buen estado.
Cada vez más deportistas —incluso amateurs— entienden la importancia de contar con un equipo multidisciplinario: fisioterapeutas, osteópatas, entrenadores, nutricionistas, preparadores físicos y psicólogos. No se trata solo de entrenar duro, sino de cuidar el cuerpo como un todo, para rendir al máximo y reducir el riesgo de lesiones.
¿Cuál ha sido tu mayor desafío personal o profesional en este camino deportivo, y cómo lograste superarlo?
R. Uno de los desafíos más grandes que enfrento —y que aún sigo aprendiendo a gestionar— es llevar adelante dos negocios al mismo tiempo: Osteosports y TRIZEN. Ambos requieren mucha atención, constancia y compromiso, y si a eso le sumas mis entrenamientos y la vida familiar, se vuelve un reto importante.
Muchas veces me pregunto si lo estoy haciendo bien, pero sigo aprendiendo y adaptándome. Trato de estar presente al 100 % en cada ámbito, y esa búsqueda de equilibrio es constante. La clave ha sido seguir formándome, aprender de los errores y confiar en el proceso.
Finalmente, ¿qué consejo le darías a quienes quieren iniciarse en el triatlón, especialmente aquellos que ya tienen familia y otras responsabilidades?
R. El mejor consejo que puedo darles es que vean el triatlón como un estilo de vida, no como un sacrificio. Cuando el deporte se convierte en una carga, es difícil sostenerlo en el tiempo.
Establezcan objetivos realistas, adapten el entrenamiento a sus tiempos, no se comparen con nadie y, sobre todo, disfruten del proceso. Esto no se trata de competir con los demás, sino de superarse a uno mismo, paso a paso. Si logran integrar el deporte en su rutina diaria de forma natural, los acompañará durante muchos años y les aportará mucho más que solo condición física.
Y finalmente conozcamos a la bella Amaly, que a sus cortos 14 es toda una campeona
Fecha de nacimiento: 23 de marzo de 2011.
Deporte: Running.
Distancia preferida: 5 kilómetros.
Mejor tiempo: 18 minutos 45 segundos.
Zapatillas preferidas: New Balance FuelCell Rebel v4.
Comida favorita: Pizza.
Pasatiempos: Dibujar.
¿Cuándo te diste cuenta de que correr era algo que realmente te apasionaba?
R. Me di cuenta desde muy pequeña. Al principio lo hacía por diversión, pero con el tiempo empecé a disfrutar la sensación de correr, de esforzarme y ver cómo mejoraba. Me gusta sentir que puedo superarme a mí misma, y correr me da esa oportunidad.
¿Cómo te preparas para una competencia importante? ¿Tienes alguna rutina especial antes de correr?
R. Me gusta estar tranquila el día antes. A veces repaso mentalmente el recorrido o me imagino corriendo con confianza. Trato de dormir bien, comer ligero y concentrarme en disfrutar la carrera. Escuchar música también me ayuda a motivarme.
Tus padres son triatletas de alto rendimiento. ¿Cómo ha influido eso en tu forma de ver el deporte?
R. Muchísimo. Verlos entrenar todos los días, organizarse y dar lo mejor de sí me inspira. Nunca me han obligado a hacer deporte, pero con su ejemplo aprendí que con esfuerzo y disciplina se puede lograr mucho. Me enseñaron a amar el proceso, no solo los resultados.
¿Te gusta entrenar con ellos o prefieres hacerlo por tu cuenta?
R. A veces entreno con ellos y lo disfruto mucho, sobre todo cuando salimos a correr en familia. Pero también me gusta tener mi espacio, ir a mi ritmo y concentrarme en mis propios objetivos. Creo que es importante encontrar ese balance.
¿Qué sientes cuando estás en la línea de salida de una carrera?
R. Siento emoción y un poquito de nervios. Es una mezcla rara pero bonita. Pienso en todo lo que entrené y en lo feliz que me hace correr. En ese momento, me digo a mí misma: ¡DISFRUTA Y DALO TODO!
¿Cuál ha sido hasta ahora tu competencia más especial y por qué?
R. Una carrera que recuerdo con mucho cariño fue una donde corrí junto a mis papás y mis hermanas estaban en la meta esperándome. No fue la más competitiva, pero la disfruté muchísimo porque sentí el apoyo de toda mi familia. Fue un momento muy bonito.
Además de correr, ¿hay otros deportes o actividades que te gusten?
R. Sí, también me gusta nadar y montar bicicleta, pero además disfruto mucho bailar, escuchar música y dibujar. Me gusta tener diferentes actividades que me ayuden a expresarme y a relajarme.
¿Cómo equilibras el colegio, los entrenamientos y tu vida social?
R. No siempre es fácil, pero trato de organizarme bien. Hago mis tareas apenas llego a casa para tener tiempo libre después. El entrenamiento me ayuda a concentrarme más en clase, y siempre busco momentos para compartir con mis amigas y mi familia.
¿Tienes algún referente o atleta que admires, ya sea famoso o alguien cercano?
R. Admiro a mis papás porque son constantes y apasionados, pero también admiro a atletas jóvenes que siguen sus sueños sin dejar de disfrutar lo que hacen. Me inspiran las personas que se esfuerzan, pero también se divierten en el camino.
¿Qué sueños tienes en el deporte? ¿A dónde te gustaría llegar en los próximos años?
R. Me encantaría seguir creciendo como corredora y participar en competencias más grandes. Pero más allá de ganar, mi sueño es seguir disfrutando del deporte, mantenerme activa y, tal vez, algún día inspirar a otras niñas a seguir su pasión como yo lo estoy haciendo.