CONSEJOS PARA PREVENIR LESIONES EN EL PÁDEL. Por: Mgter. Seslava Mendieta Ivanova. Fisioterapeuta. Máster en Actividad Física y Salud. Clínica Metrópolis. Tel: 269-1022. Ext. 117.
En los últimos años la práctica del pádel ha experimentado un gran crecimiento y es un deporte que está de moda. Además de ser relativamente fácil, es un deporte divertido y social, y como cualquier actividad física, es bueno para la salud mental y física. Al ser un deporte sencillo de ejecutar, es común que sea realizado por personas que nunca han realizado actividad física.
Sin embargo, como cualquier disciplina deportiva, si no se toma el tiempo de realizar entrenamientos y autocuidados, el pádel puede convertirse en un deporte fácil de provocar lesiones, especialmente en jugadores aficionados.
Existen diferentes factores que nos pueden provocar lesiones en el pádel:
- Factores internos: edad, falta de preparación física, mala alimentación e hidratación, falta de calentamiento, fatiga, sobre entrenamiento, historial de lesiones y recuperación inadecuada, falta de concentración, estrés o ansiedad.
- Factores externos: estado de la cancha, calzado, equipamiento, juego intenso o las condiciones ambientales.
Al conocer estos factores, me parece acertado poner en práctica algunas recomendaciones desde el punto de vista fisioterapéutico para evitar sufrir lesiones durante la práctica de este deporte:
- Realiza el calentamiento durante 10-15 minutos antes del entrenamiento o partido. Basta con realizar una actividad leve o movimientos que hagan entrar en calor a las articulaciones y músculos.
- Utiliza el calzado adecuado. Según los expertos unas buenas zapatillas de pádel deben tener principalmente un buen agarre con la pista, pero proporcionar tracción a medida que empiecen los sprints. El grado de deslizamiento también debe ser bueno para llegar a las bolas largas y, por último, que permita hacer giros con facilidad para evitar cualquier lesión.
- Cuida tu espalda usando la posición correcta, doblando las rodillas y elevando los tobillos para mantener el cuerpo equilibrado.
- Entrena los cambios de dirección, las paradas y arranques bruscos pueden provocar esguinces y distenciones.
- Cuida los saltos y evita caer sobre la parte trasera del pie, ya que puede provocar lesiones en el tendón de Aquiles.
- Realiza acondicionamiento físico y ejercicios de fuerza para mantener tus músculos en óptimas condiciones y no se vean afectados por el esfuerzo.
- Corrige los gestos técnicos para disminuir el exceso de carga sobre estructuras específicas.
Es importante recalcar que el riesgo de lesión siempre existe. Sin embargo, se puede reducir siguiendo las recomendaciones. Ante cualquier dolor o molestias es mejor parar y recibir la atención adecuada para asegurarte que no es nada grave y poder seguir practicando tu deporte favorito.